Fuente Literaria.
Las nuevas generaciones intentan desgairrarse de la
televisión para escribir un poco poesía y, tener su propio proyecto de trabajo,
así viene sucediendo con la prosa latina que identifica todos los modos
lingüísticos. E inicia una nueva edad oro en el campo poético Yo no creo que
cada quien siga por su lado, mi impresión es que los intelectuales, la gente
vinculada a la cultura que en algún momento fue pro chavista y creyeron en la
Venezuela que Chávez y el chavismo pusieron a circular, una buena parte de esa
gente ya recuperó la virtud del escepticismo, recuperó la virtud de la crítica,
recuperó la virtud de la disidencia, pero incluso en ese sector, la mayoría, y
sobre todo los más calificados, desde el comienzo se mostraron reacios a ser
atrapados por esa red de hechicería, y pienso que hoy en día podemos contar con
un sector intelectual, cultural, bastante crítico y esencialmente disidente.
Digo esto porque a veces tenemos la tentación -por
lo demás errada- de caer en que este es un país desecho. Por ejemplo, esa
portada de la “Times” que circuló con el titular de: “Venezuela es un país que
está muriendo”, eso no es verdad, eso puede tener algún valor político, algún
valor discursivo, para a través de esa imagen, estigmatizar, interpelar y
señalar al gobierno, pero eso en términos reales no es verdad, Venezuela es uno
de los países más vivos de la Tierra. Ahora, su gobierno es nefasto, es otra
cosa. Es asunto de semántica.
Los encuentros literarios se hacen más fecundos en el
Continente Sureño, al igual que las Cofradías para venerar algún santo del
romanismo y desplegar en las comunidades afrodescendientes bailes, relacionado
con los tambores.
Siempre estaremos a la busca de la gran novela de
la gran poesía venezolana. Probablemente Doña Bárbara es una cumbre que no
podremos dejar de reconocer jamás, como novela coral, y a Gallegos como el
primer gran novelista que tomó a Venezuela como tema de cada una de sus
novelas, y así, Venezuela tiene, regionalmente hablando, una novela de
Gallegos, el Zulia la tiene, el Llano la tiene, la zona caraqueña que está
hacia El Hatillo y Baruta con “Pobre Negro”, con “La Trepadora”, a pesar de que
me luce que se lee poco ahora y que lo medio olvidamos, pienso que es un poco
como las ganas de olvidar al padre para ver si el hijo funciona con mayor
independencia.
Aun cuando “Doña Bárbara” es la más popular, yo
creo que como novela la mejor y la más alta de la literatura venezolana de
Gallegos es “Canaima”. Claro, está “Pequeños seres” de Salvador Garmendia,
“País portátil” de Adriano González León. cómo podríamos negar que se trata de
grandes novelas, la novelística de Victoria de Stefano o de Ana Teresa Torres,
y en la poesía, ni se diga.
Lo importante es que nunca creamos que hay una
novela que fue definitiva, siempre podrá haber mejores, siempre podrá ser
superada. Por ejemplo, un cierto tráfago descriptivo del paisaje que lastra a
“Doña Bárbara”, y en general a la novelística de Rómulo Gallegos, ya no lo
encontramos en la nueva novela venezolana, que es más desprolija, en el sentido
de ser más despojada, limpia y directa, la construcción de los personajes es
más compleja, lo cual no significa que en “Doña Bárbara” sea mala.
“Venezuela es uno de los países más vivos de la
Tierra”.
Estamos, en una gran lucha entre la poesía y la
novela. La palabra, es como un rapto, donde uno se sienta a pensar y escribir
para ganar un maratón por la rapidez, hondura y profundidad del existir.
Buscamos respirar, comunicarnos y mantener ese latido en el brillo de nuestros
corazones para oxigenar toda una sociedad.
Argentina, por su parte, no deja llover en
palabras, de esta manera viene construyendo su propia historia lingüística en
la pluma de una mujer, María Cristina Resca. Es su decisión viajar a los foros
literarios para revelarnos el secreto del paisajismo argentino en un doble
juego de palabras, el amor y el tiempo para cruzar el sentimiento de cada
personaje que se esconde en las páginas de sus libros y, que caracteriza el
mundo argentino, es el mundo de lo absoluto y de lo secreto.
“Argentina, es un secreto, desde su tango hasta su
propio oxígeno en velar sus hermosas mujeres, ellas escriben a lo largo del
camino hasta Patagonia”
Su poesía, es completamente autobiográfica, en ella
imbuye su experiencia para formarnos el pensamiento y correr en la arquitectura
de un nuevo mundo que se nos abre en vivencias y cantos desde la necesidad de
amar.
La novela y la poesía, son ciclos vitales, es el
recuerdo desde una madrugada con una madre alimentándonos hasta abandonar la
aldea en busca de una cohetería para recibir un nuevo año, es la metáfora del
recuerdo, es contar nuestra propia vida.
La poesía y la novela es una experiencia limite, es
como correr un maratón, es necesario sobrevivir, es ver nuestro pasado, es el
librarnos ahora de esas ataduras.
Resca, escritora argentina, nos va llevando a
liberarnos de esas ataduras hasta, concluir en un poemario, donde la literatura
estrictamente nos gratifica, hasta prolongarnos en la distancia y tener una
posición orgásmica del vivir.
En la poesía, somos dueños, de lo que escribimos,
somos un personaje independiente y los personajes se cruzan para dar vueltas en
el pasado y deslizarse al presente, es el comienzo de la vida, nace la prosa,
nace la palabra.
El mundo cultural latino avanza, junto a los
talleres, se esta cultivando la virtud y la rebeldía, son poesías de buena
calidad, son ecos de un tiempo y Mar´´ia Cristina, es una de las plumas que nos
lleva a descubrir ese sueño en Latinoamérica
“El mundo
cultural venezolano no se ha rendido, trabaja, produce, se reúne, conversa,
publica, proyecta, se prepara”
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