Fuente Literaria
En el laboratorio, había un gran
trabajo, querían colocarle una memoria falsa, a quienes deseaban salir de
viaje, sin respetar las normativas de seguridad. Los sedaron con narquidrina
para confundir la verdad, los viajes, constituye una travesía fuerte y el
gobierno militar invasor borraba los recuerdos conscientes y lo único que se
sabía es que ir a la galaxia vecina en las naves traídas desde el otro cielo,
muy rápidas, solo hacían cumplir un deseo, entregar nuestra tierra a otro
Continente y esclavizarnos, como voluntarios.
Llueve y hace frío, descanse dos
horas para proseguir el viaje, así que ir a Nhextón, llenaba mi ansiedad, como
agente secreto e investigador, en esa gran ciudad terminaba mi misión, pero,
estaba atrapado en el Cerro Azul, torrenteras de agua caen sobre el campamento
y los zombis, tienen una memoria que se esfuma a cada momento, ya algunos
tienen cuarenta años encarcelados, estamos allí atrapados y sin comer.
Fatigados al ascender por el paso de las montañas, con veinte escuderos y cien
guerreros a luchar contra el guerrero invasor, venido de otras tierras.
Los oscuros guerreros. En una
oportunidad, sumergieron sus almas en el vacío, no podían pensar, se dejaron
dominar y matar por los cazadores cibernianos que, deseaban permanecer en el
poder de la galaxia, es menester, acelerar el tiempo e ir a la zona de
paralización para congelar vivos a estos cazadores, mientras, muy cerca, había
galeones y fragatas de otros astromarinos., piratas con sus bergantines al
acecho. Deseaban las fuentes energéticas que el invasor les ofrecía, porque la
gran estrella asesina los arropaba.
Así que, los enemigos eran
múltiples y fue necesario lanzar explosivos en el camino para quebrar las
gargantas de paso humano y desconcertar las naves. El Castillo del Cerro Azul,
se encontraba bien protegido por fuerzas leales, pero, llovía intensamente y
los magnetos se debilitaban mucho por la falta de mantenimiento, el que se
parara en el centro del Castillo, tenía el poder de todo y la única llave de
cristal para abrir las compuertas de los laberintos que nos llevan a la gloria,
fue llevada en la memoria de Liaguibert a la nave espacial de los
antropos. Que dispara fuego por debajo
de la popa he enmudece los labios de cada anciano que se reúne cada semana en
la alberga.
Hay que desarticular las fuerzas
enemigas. Deseamos un cambio en el modelo de país, pero el regidor advenizo que
nos gobierna, desea eternizarse en el poder, como lo hicieron en el pasado los
Medos y persas, ya no estamos en el tiempo de las estrellas abiertas, ellas se
oscurecieron con la muerte y asesinato de su principal regente. La Misión, era
igual, liquidarlos a todos y robas sus fuentes energéticas, utilizando modernos
aviones que, cruzaban el aire en un vertiginoso viento.
Pero, los zombis no despiertan,
los engañan con una bolsa de alimento y palabras. No saben de debate coyuntural
y las decisiones son analizadas por un psiquiatra que le informa al regidor.
El Cerro azul, cierra sus puertas
grandes de madera y levanta el puente de acceso, adentro, descansa el soñador
del castillo.
Es descanso, los dragones comen y
se ejercitan, conocen sus escuderos, quienes construyen nuevos escudos, hay la sentencia
de muerte afuera..
La máscara mortuoria acompaña a
los habitantes del campamento por su indolencia y prefieren ser recolonizados
por fuerzas militares extrañas que asesinan a sus hijos torpederos. Una vez, este
grupo, quiso invadir, fueron repelidos por fuerzas aeroespaciales leales, a
pesar que el Castillo estaba cerrado, porque su regente se encontraba
incursionando nuevas tierras vecinas
Los pobladores del campamento
golosinan productos de mala calidad y las proteínas consumidas, tienen mucha
cantidad de grasa, que desconcierta y, la aleja de la razón, su capacidad de
analizar. Es lo que desea el regidor extranjero y los invasores
Las serpientes, se encuentran
intranquilas, enrolladas entre sí mismas, extienden sus cabezas como juguetes
para esculpir sus miradas al cielo, algún día, han de ser juzgadas, no pueden
utilizar máscaras de oscuridad, sus rostros
se encuentran revelados frente al espejo y la cama de cristal, que lee
todo el conocimiento humano. Las dagas, las vigilan. El Centinela, cabalga
sobre avestruces veloces, llenos de acero y carne, son mutantes del tiempo,
otros animales perecieron por la evolución de los sueños.
Ojalá, tus hermosas manos de
reptil, no me asedien en las noches, solo tanteas el aire, pero mi cuerpo de
fuego. Te falta capacidad para hondear mis caminos entre las veredas de las
montañas, Necesito levantarme y alcanzar la luna
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