El Reloj del Tiempo
No nos engañemos. La
credibilidad del mundo europeo está en juego y Cataluña, (España), desea romper
con su dependencia monárquica y avanzar por sí sola, es una vieja lucha
motivada por facciones comunistas que desean incrementar sus porcentajes en el
mundo político y, de nuevo empezar a controlar las burbujas bancarias que se
reventaron años atrás con la crisis hipotecaria estadounidense. Todo, absolutamente
todo, se encuentra entrelazado en una sola realidad territorial y geopolítica,
pero, no se observan sus consecuencias graves. La democracia, juega su último
capítulo para dar paso al fascismo o al terrorismo, lo lamentable es que la
reflexión de algunos políticos es corta y no liderizan las comunidades, como
debe ser para garantizar sus autonomías.
China, lo supo hacer
y Mao Zedong – Mao Tse Tung y Trotsky- fehacientes a su doctrina
revolucionaria, tuvieron que disciplinar al pueblo para que entendiesen que
Europa y Rusia deben entenderse, como también el Continente Latinoamericano. La
sociedad catalana, debe manejarse con mucho cuidado, por el peligro de quedar
aislada de Europa, como los británicos que pasaron su punto amargo y colapsaron
de una manera provisional, pero, los esposos Clinton y Toni Blair hicieron todo
el trabajo administrativo para que las bases no se socavaran y, así hizo Mao,
alzo la bandera de la libertad, pero, también abrió el campo educativo, desde
todas las colonias asiáticas que le proveían materia prima para sus industrias
básicas,
Los anticapitalistas,
están de fiesta, buscan destruir al Estado Español y desvincularse de las
principales fuerzas políticas europeas, desde esa visión, se encuentran
perdiendo su visibilidad.
En política, nada
puede precipitarse. Las declaraciones unilaterales, solo agravan la situación
interna de los movimientos sociales y, es forzar el ambiente administrativo e
ideológico hacía un solo enclave de distorsión social que origina una
catástrofe y, es es un momento de inflamación por el liderazgo de quienes se
mueven en el Palacio de La Moncloa.
Fracasar en política, es el fracaso de la capacidad de
entendernos. No es cierto que el vencedor, es siempre quien tiene la razón.
Tiene la razón quien es capaz de asumir consensos, de convencer con sus ideas y
de transaccionar causas. No se pueden traspasar las leyes, es cierto. Pero
tampoco se puede cruzar la línea del sentido común. La incapacidad colectiva de
abordar un problema profundo es un fracaso compartido. Y en el caso que nos
ocupa todavía no somos capaces de conocer su dimensión sobre nuestras vidas.
Y lo peor, nos esperan jornadas ideológicas muy duras y
nuevos episodios de tensión. Estamos cansados de pedir conciliación, nos hemos
cansado de pedir diálogo. Pero no de sordos, que es el único al que han
asistido, algunos dirigentes venezolanos con el gobierno bolivariano de
Venezuela, la situación es muy parecida a Cataluña. La sensación es que ha
habido exceso de tacticismo y ganas de llegar al límite. España está en las
portadas de la prensa internacional con imágenes difíciles de explicar en un
país occidental. Mal negocio para la marca España. Una pésima noticia para la
Unión Europea. Y, Venezuela refleja, casi los mismos acontecimientos con un
pueblo socialista que exige equidad social, donde muchos revolucionarios,
vienen siendo cesanteados de sus puestos de jornada diaria.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump,
respalda la gestión del jefe del Gobierno español, Mariano Rajoy, ante la
situación en Cataluña al defender que España es "un gran país" que
"debería permanecer unido" y considerar que la independencia sería
"una tontería". "Realmente, creo que la gente de Cataluña
se quedará en España, y creo que sería una tontería no hacerlo; estamos
hablando de quedarse en un país verdaderamente grande, bonito e
histórico", añadió el presidente estadounidense durante la conferencia de
prensa que ofreció junto a Rajoy tras su reunión en la casa Blanca.Por su parte, la Unión Europea ha advertido que una separación de Cataluña es perjudicial no solo para España, sino para toda Europa, y que como se trata de un proceso interno de un país, prefiere mantener distancia y esperar qué deciden los catalanes.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, rechazó
la violencia ocurrida este domingo durante el referéndum en Cataluña,
considerado ilegal por el gobierno de España, y dijo que el presidente de ese
país, Mariano Rajoy, "debe responderle al mundo por lo que hizo".
"Toda mi solidaridad con el pueblo de
Cataluña", dijo el presidente de Venezuela durante su programa semanal
"Los Domingos con Maduro”. Pero, él olvida su actitud frente a los hechos
de violencia suscitados en meses pasados y donde la asesoría cubana le
recomienda hacer silencio y no expresar nada. Aquí, observamos las
contradicciones ideológicas y la ignorancia ante hechos de significación
nacional e internacional.
"Cataluña tiene el derecho a la democracia, a la
libertad, tienen derecho a la tranquilidad". "El presidente Mariano
Rajoy debe responderle al mundo por lo que hizo hoy en el referéndum catalán y
desde Venezuela, digo desde mi corazón, toda la solidaridad con el pueblo de
Cataluña, todo nuestro amor", dijo Maduro, según el comunicado. El
presidente de Venezuela también dijo que "no me meto en asuntos internos
de otras naciones", pero que "no es tiempo de represión del
pueblo". Son sus palabras, pero, el pueblo venezolano se encuentra herido,
porque, no cumplió con las expectativas dadas por el Legado de Hugo Chávez
Frías.
El gobierno de España no ha respondido públicamente a las
palabras del presidente de Venezuela.
Lo sucedido ayer es el fracaso de la política. La política
está para solucionar los problemas, no para crear otros nuevos. No se puede
delegar en jueces, fiscales y policías la solución de los problemas políticos,
y menos cuando su magnitud los convierte en un problema de Estado. En Catalunya
existe un problema político, que no es nuevo, pero que ha crecido por no
abordarlo de cara y a su tiempo. Se puede entender que Mariano Rajoy no tuviera
margen para negociar nada en septiembre del 2012 cuando España estaba a las
puertas de ser rescatada, pero desde entonces han pasado cinco años, la
economía se ha recuperado en parte, con detrimento de los pobres y, el Gobierno
ha sido capaz, por ejemplo, de alcanzar un acuerdo con el PNV para aprobar los
presupuestos, que privilegia, aún más, al País Vasco.
El fracaso de la política es un fracaso de todos. No
alcanzo a ver el mensaje de lo ocurrido ayer. ¿Alguien cree realmente que sale
debilitado el independentismo? Rajoy y Aznar,
toman su propia medicina, pero, ahora andan en alianza con Jose Luis Zapatero,
el mismo que funge como mediador en Venezuela y, ya sabemos los resultados.
Todos los analistas políticos y la mayoría de los
políticos creen que el enfrentamiento podría resolverse mediante un diálogo
renovado entre las autoridades catalanas y españolas que conduciría a un mejor
trato fiscal y un mayor gasto en infraestructuras para la región. Muchos,
incluso representantes del Gobierno central, dicen que también sería necesaria
una reforma constitucional amplia que incluya artículos específicos para
proteger la lengua y la cultura catalana y que esta sea aprobada mediante un
referéndum legal y pactado a escala nacional. Eso, incluye, a la vez, mi
posición ate vital realidad venezolana y española.
La disputa ha sumido a España en una de sus mayores
crisis políticas en décadas. Deben ir a
una Constituyente, tal como lo hizo, el comandante Hugo Chávez Frías en su
momento, la actual Asamblea Nacional Constituyente, solo debe abocarse al
sistema comercial y financiero y regresar a los militares a sus cuarteles,
pero, pocos constituyentistas son leídos para lograr tales propósitos.
Los partidarios de la independencia dicen que Cataluña,
que tiene su propia lengua y cultura, es una "nación" y que como tal
se les debe permitir tener su propio Estado. También dicen que Cataluña, una de
las regiones autónomas más ricas de España, está transfiriendo un exceso de su
recaudación fiscal a las regiones más pobres y que sus ciudadanos disfrutarían
de un mayor grado de prosperidad si hubiera un Estado independiente
Madrid considera que el referéndum
viola la Constitución de 1978, que establece que España es indivisible, y el
Tribunal Constitucional ha ordenado que se suspenda la votación mientras se
determina su legalidad. El tribunal suspendió también de forma cautelar
unas leyes aprobadas por el Parlamento catalán el 6 de septiembre que fijan la
ruta hacia la independencia. El Gobierno español dice que está defendiendo el
fallo del Tribunal Constitucional al impedir la votación. A diferencia del
referéndum no vinculante del 2014, el Gobierno catalán dice que el resultado
del 1. ° de octubre será vinculante.
Algo muy parecido con lo que sucede
en Venezuela, por eso, es bueno leer a Juan Carlos Monedero y los discursos
políticos de Pablo Iglesias, hay mucha similitud entre Venezuela y España, bajo
la anuencia de José Luis Zapatero


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