Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

jueves, 7 de diciembre de 2017

Rampas en la izquierda latina

Asidero

La facilitación de un dialogo, cuando se cuenta con imprecisiones, resulta una experiencia absolutamente negativa, porque el proceso revolucionario de Venezuela perdió sus estribos y, los intereses intelectuales son otros y, solo el pueblo debe juzgar dichas actuaciones. Es completamente difícil, hacer política sin principios metodológicos, las polémicas siempre van a existir, como las expectativas. Es decir, nuestra política exterior no existe y, vamos más allá de los sueños. En Venezuela, no se respetan las estructuras políticas y, cada dirigente político procede como marca sus intereses y no el Estado. Se supone que, el pueblo se encuentra excluido de esas realidades.
La desigualdad social, es la causante de esos principios proteccionistas y neoliberales que convierten a Latinoamérica en una dependencia directa de la banca globalizada y sus mafias, que controlan el uso del dinero electrónico.
En cuanto al papel de EE.UU. en Sudamérica, opino que siempre ha sido "importante” su participación comercial, pero ahora China tiene más peso en términos económicos y la actual ausencia del 'soft power' (poder blando) de Washington es una oportunidad para avanzar en la integración sudamericana. Lo más difícil es el deslastre inflacionario.
Existe una ola neoliberal que aflora un neoliberalismo fluctuante y no hay manera de adecuar los índices económicos, sobre todo, en Venezuela. No cesaran los conflictos y lo sucedido con el Ara San Juan, es solo el inicio de un conjunto de mecanismos para confundir el ala izquierdista, integrada en su mayoría por imberbes en la política tradicional.
En otras palabras, no hace falta retroceder demasiado en el tiempo para encontrar quiebres democráticos en la región.
Estamos en un proceso de retroceso socialista, donde la democracia, su columna vertebral, luce endeble e inestable que ha provocado una hambruna y desolación muy terrible., entonces, que debatiremos, absolutamente nada.
Hablar de izquierda, resulta una curiosidad y una pregunta obligada. En Buenos Aires, atacan a Macri y éste, a Cristina. Pero, hay muchos venezolanos desconocedores de nuestra realidad latina, viviendo allí.
Pero, lo más fatigoso, es la manada de militares que buscan iluminarse con el Estado y, poco resguardan la ética moral de la izquierda como tal, muy simple, provienen de la derecha y son el látigo fuerte de Mauricio Macri y Maduro hacia el pueblo. Sin duda, el mundo castrense debe ser castrado y regresarlo a sus fuertes y bases navales, ya han jugado a la política y todo se obscurece, cuando pensamos en Maldonado, Cristina, Ara San Juan y los Mapuches.
En América Latina, hay muchas contiendas electorales y para ganar, debe hacerlo con una margen suficiente y, por lo tal, la victoria debe ser contundente, el gobierno, solo debe ganar, tiene el CNE a su favor, es un combate, donde la oposición, tiene todas la de perder y, para que va a una mesa de negociaciones en un país extraño y colonia, porque siempre ha sido avasallada.
De verdad, que estoy muy escéptico con la izquierda venezolana y sureña, estamos votando por payasos.
Todo un pueblo, sufraga por un candidato y, el resultado es otro. Luego, vienen las especulaciones y el juego populista.
La “marea roja” está menguando. ¿Por qué ahora? y ¿qué puede aprender la izquierda mientras se aleja del poder?
Desde 1998, cuando se eligió a Hugo Chávez en Venezuela, partidos, movimientos y líderes de centro izquierda moderada o de línea dura han gobernado en la mayoría de América Latina. Se reeligieron los gobernantes de izquierda, o sus remplazos, cuidadosamente seleccionados, ganaron por un amplio margen. Con contadas excepciones, estas administraciones gobernaron bien, mejoraron la vida de sus electores y promulgaron políticas macroeconómicas prudentes.
También tuvieron suerte. De 2003 a 2012, América Latina experimentó uno de los mayores auges en el mercado de materias primas de la historia moderna. Los gobiernos que pudieron exportar de todo, desde petróleo hasta soya, recibieron ingresos extraordinarios que, en la mayoría de los casos, se gastaron en programas sociales bien diseñados y accesibles.
El problema es que ninguno ahorró para las inevitables vacas flacas. Cuando los precios comenzaron a caer y Maduro, viene donando y regalando dinero, una forma extraña de no resguardar el dinero.
Esperemos, otros resultados.


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