El Reloj
del Tiempo
Es difícil
la situación financiera para nuestro país, Venezuela, por las deudas contraídas
con los rusos y china para darle un maquillaje de estabilidad territorial.
Pero, más allá, los niveles de conflictividad social calentaron las calles y la
insatisfacción pública hacia el chavismo, porque el pueblo ya hace sentir su
fase de hambruna colectiva. A pesar de todo ello, el presidente Mauro ganó las
elecciones en ese país. De producción petrolera y rico en minerales vírgenes.
El pueblo
desea un país competitivo y que su desarrollo este diversificado en el patrono
de diversificación de oportunidades para el acceso de activos productivos y
desde esta base, desarrollar un pentagrama de estrategias para el desarrollo
económico.
El acuerdo
social es básico para desbloquear las vías de la competencia de mercados,
desmontar los subsidios encubiertos y poner en marcha modelos de negocios
sostenibles de acumulación horizontal y, con sólidos eslabones entre los
sectores de la economía. Pero, Venezuela, mi país se encuentra en un anclaje de
deformaciones políticas que rompe con los círculos de pobreza y llevarnos al
punto que, necesitamos una reforma electoral y girar cambios en la Ley de
Partidos Políticos
Cuando se llega a este punto de la propuesta,
se toca la frontera de la política y de la rehechura del Estado.
La
autonomía de la política se basa en el buen funcionamiento de mecanismos
institucionales de participación y representación sectorial, territorial, de
identidades, , que enarbolan programas reales y no retóricos, y que desmontan
de una vez por todas el régimen patrimonialista del actual sistema de partidos
que en 60 años ha socavado la promesa democrática, desbarató el sujeto
ciudadano y, en la práctica, ha roto el modelo republicano. Me queda la impresión que en 2017 habrá
que renovar el compromiso nacional con la justicia y de manera simultánea,
hacer esfuerzos de gigante para derrotar la impunidad; junto con el abordaje de
los temas económicos y sociales que están pendientes. No hay otra vía para
salir de la especie de pantano anímico en que nos encontramos. Aunque a veces
queda la impresión de estar insatisfecho con la panza llena. Por supuesto que
no hablo del hambre real… Que es mucho mayor.
Dicho de otro modo, no se puede asistir el 2018, de
brazos cruzados, pues es indispensable consolidar los avances que se han poco a
poco, conseguido por el despertar de la gente en las plazas durante el 2015 y
2016 y por el acumulado de otras luchas sociales históricas. Tenemos mucho por
hacer.
Estamos, ante la visión de una sociedad atemorizada, con una enorme
frustración ciudadana que demanda nuestra atención para poder enrumbar de nuevo
el país, por una senda de cambios y de transformaciones. Por si fuera poco, el Ejecutivo se encuentra en una
situación difícil, consecuencia de los acontecimientos relacionados con el
ámbito penal y financiero lo que no ofrece un panorama apropiado para las
reformas.
En fin, esperemos que nuestras instituciones
se rediman a sí mismas y gestionen las anheladas reformas, no solo para renovar
al sector Justicia, sino también para iniciar una verdadera reforma de lo
político.
La falta
de legitimidad, es consecuencia directa de la escasa representatividad ,resultante
de la deficiente delegación del poder ciudadano en los poderes constituidos,
dadas las deficiencias democráticas y técnicas de nuestra legislación electoral
(distritos muy grandes, sin elecciones primarias para designar candidatos,
privilegios a partidos, listas cerradas, imposibilidad de votar por personas
concretas, mínima etcétera) con las que se han integrado las instituciones
constitucionalmente responsables de gestionar las reformas.
El dilema
de las reformas constitucionales, está dado por la escasa o ninguna legitimidad
de quienes deben hacerla realidad.
Para los
que vinieron tarde a leer esta columna, (como decían los viejos “chistes” de El
fantasma) estamos arropados de abominables experimentos del socialismo real,
costó casi 62 millones de muertos según un estudio del profesor R.J. Rummel, de
la U. of Hawaii. Dicho estudio abarca desde 1917 hasta la era post-Stalin e
incluye muertos por causas diversas como los períodos de terror, hambrunas,
deportaciones, guerras y campos de trabajos forzados. Según el Libro negro del
comunismo, solo la hambruna rusa de 1921 costó 5 millones de muertos; la Gran
purga de 1936-1938 costó 690 mil muertos; la hambruna en Ucrania costó 6
millones de muertos para que te hagas de una idea.
¡Pero la URSS puso el primer satélite
artificial alrededor de la Tierra y en la URSS la educación y la salud eran gratuitas!
Así dirán los que arguyen cosas parecidas para defender la tiranía vesánica de
Fidel Castro. Lástima que los que fueron asesinados en los campos de trabajo
forzado, o los que murieron de hambre no tengan algo que decir al respecto.
En la
República Popular de China, por cierto, la ideología que costó 62 millones de
muertos en la Unión Soviética, costó casi 77 millones de cadáveres. Vale la
pena anotar ese dato porque aquellas millonadas de muertos del socialismo no
deberían ser olvidadas.
Vale la pena recordar que aquellas millonadas
de muertos son del socialismo real, del socialismo científico y del socialismo
marxista-leninista y maoísta
Entendamos,
que, para apostarle al futuro, había que conocernos y construirnos desde el
pasado. nuestra obra fue una apuesta para transitar este tiempo oscuro con el
que se manipula el inconsciente de las masas queriéndonos convertir en
autómatas y obedientes consumidores de la nada.
Atrapemos
la luz y avancemos hacia una nueva patria.
Bajo las
condiciones adecuadas, la participación ciudadana puede ayudar a los gobiernos
a mejorar los servicios públicos, la gestión de las finanzas públicas, la
gobernanza institucional y la inclusión social. Venezuela. está viviendo una
transición política y social que, hasta ahora, ha carecido de una agenda de
largo plazo y de un liderazgo que la conduzca al desarrollo económico y social.
Ante ese vacío, la participación ciudadana es la vía que queda para que el
proceso iniciado en abril de 2015 resulte beneficioso en el mediano plazo
Pertenecemos
a tres distintas generaciones, pero tienen el mismo concepto de la gestión
pública, de las penumbras que lo disimulan todo. Se resume en que el mecanismo
de privilegios hay que conocerlo para sacarle provecho en el corto plazo, sean
cuales sean las vías que se presenten, y sin perturbar a los grandes usuarios
tradicionales.
Fariseos,
sin talento ni merecimiento se colaron por la rendija de los movimientos
ciudadanos de 2015. “Le pegaron al gordo”. Consagrados como el mal menor, en el
poder tenían todas las de ganar, alentados por la simpatía ciudadana, la
admisión de las elites y el favor de la comunidad internacional. Pero el éxito
se les coló por la rendija de la urdimbre gris de su propia mediocridad. No
entienden la naturaleza simbólica del poder político, y a eso se suma La anticorrupción es un comportamiento moral que debe
formar parte de la gestión de todo político honrado, de cualquier partido.
Apoderarse de esa bandera, como hace el locutor, no certifica su titularidad ni
exime de padecer la epidemia como es el caso. Su disonancia cognitiva sobre la
que ya escribí lo evidencia. el pánico y la
desconfianza hacia lo que no conocen ni controlan. Es decir, casi todo.
Ante la sequía de estadistas aparece un político despotricando
contra el gobierno y lo subimos a los altares entregándole nuestras esperanzas,
sin reparar si tiene las capacidades para el puesto que pretende, o se trata de
un hipócrita estafador del intelecto y las emociones. Más de un millón de
venezolanos ya abandonaron Venezuela y la sangría diaria continúa, seguro que
muchos votaron por Chávez y por Maduro, ahora maldicen el día que lo hicieron.
El principio de las “jerarquías de Peter” fue postulado por el filósofo Ortega
y Gasset en 1910, y reza: “Las personas que realizan bien su trabajo son
promocionadas a puestos de mayor responsabilidad hasta que alcanzan su nivel de
incompetencia, haciendo fracasar toda la estructura”. No cuestiono la habilidad
de Maduro para conducir autobuses, pero Venezuela no es una guagua. Tampoco Caracas,
es un estudio de televisión, ni la política de Estado un concurso de
entretenimiento con azafatas.
Las Reformas son necesarias, siquiera para medio enderezar
algo de lo que luce torcido. Sin embargo, lo que urge de terapia es la actitud
de los políticos que mantienen al auditorio Por allí pueden deducir si lo que
requiere remedio es la ley o la conducta montaraz en la clase política. Aquí
cuando se presentan torbellinos –que más obedecen a la desaforada ansiedad de
políticos de romper los esquemas del sistema que someterse a ellos– piensan que
manoseando las leyes van a zurcir lo que han deshilachado.
Sin recursos no pudieron pautar en los medios, la campaña
propagandística fue menos que modesta y bien aburrida, no hubo debates, los que
más insultan y se prestan al espectáculo acapararon, de gratis, la atención
mediática, nadie supo cuáles eran las propuestas o planes de gobierno, mientras
fue imposible detectar –en esta nueva modalidad de la política limpia– si hubo
o no financiación de las redes del narco que aún quedan, porque esos pagan en
especies y al contado no con cheques o transferencias bancarias que puedan ser
rastreadas. Sin embargo, como se trata de presumir –aunque las babosadas
funcionen al revés– pese a que la democracia se debilita cuando los opositores
no tienen como presentar sus ideas en forma equilibrada o competitiva, la
impresión de los “reformadores” para conseguir aplausos de la comunidad
internacional (promotora de la ilusión que el paisaje este debe ser
democratizado a su medida y semejanza) celebra aquello como el más notable de
los avances. A modo de referencia, infórmense de lo que piensan los mexicanos
–ya vistas en la práctica– de sus últimas reformas electorales.
trastornado en una neblinosa atmósfera de dudas y de sospechas
donde nada y nadie merece confianza. Tan malograda está la credibilidad local
que hasta para acercarse a platicar precisan de mediadores externos medrando en
los asuntos soberanos del país. Mientras en Nicaragua la Conferencia Episcopal
está mediando en el diálogo nacional –allá sí hay crisis, nada parecido a lo
que ahora es la situación conflictiva acá– aquí no hubo chunche que les
acomodara o nadie tuvo valor de ofrecerse, ya que la comodidad consiste en
escapar del bulto.
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