Vida Cristiana/Nª 3542.
Los fieles al Señor, deben mostrar una renovada vitalidad hacía su madurez
y crecimiento espiritual. Esto, se muestra a través del trabajo de
evangelización en las comunidades. El Reino de Dios debe construirse con
solidez, mediante escuelas bíblicas, y la visita a los hogares de no creyentes
y de quienes manifiestan un apostolado en Jesús. Ser generosos con la causa
cristiana, es predicar a Cristo, y manifestar el interés universal de La
Iglesia hacía el mismo pueblo de Jehová, a sabiendas, que Cristo es la cabeza.
Es un Ministerio de Fe, y de discipulado genuino.
Por mandato y obediencia se debe predicar el testimonio del Evangelio en
los hombres, sin duda, se resume en dos palabras: conversión y renovación. Es
claro, el apóstol Pablo, (Saulo de Tarso), en Efesios 4:24, “Vestíos del hombre
nuevo, creado según Dios en justicia y santidad verdadera”.
Nuestra unión con Jesucristo, es lo que determina la credibilidad de
nuestro testimonio del Evangelio, y la eficacia sobrenatural de nuestra
actividad hacía El.
Hay un valor significativo, es la oración. Somos peregrinos hacía el Padre,
y debemos estar en santidad. Pablo subraya la relación de la justicia y de la
santidad con la verdad, llevándonos a la consagración. La Palabra Santa de
Dios, que es verdad y, que no debe ser mutilada, es comunicada por Jesús a sus
discípulos. En el trasfondo vemos al Espíritu Santo, un carisma especial para
conservar y transmitir intacta La Palabra de Dios.
Hoy, esa misma Palabra es transmitida a las nuevas generaciones. La
doctrina cristiana debe ser considerada intacta. Estamos obedientes al servicio
de la verdad, es una clara manifestación del Espíritu.
El testimonio a favor de la verdad, implica el verdadero Plan de Dios. Los
fieles y escogidos, deben recibir La Palabra y proclamar esa verdad en su amor,
los corazones de muchos deben estar abiertos.
“El Espíritu de Jehová el Señor esta sobre mí, porque me ungió Jehová; me
ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados
de corazón, a publicar libertad a los cautivos, y a los presos apertura de la
cárcel.”. Isaías 61:1
En el Evangelio de San Marcos, el llamamiento al servicio de Jesús o al
sacerdocio de los doce apósteles. “, es como un brote que al florecer
desarrolla toda una teología. Leemos que, en medio de su Ministerio, Jesús
subió a un Monte y, llamando a los que quiso, vinieron a El, y designo a doce
para que le acompañaran para predicar las Buenas Nuevas, (Marcos 3:13-14). “Después
subió al monte y llamó a sí a los que él quiso y vinieron a él. (14) Y
estableció a doce, para que estuviesen con él y para enviarlos a predicar”.
La evangelización contiene la proclamación clara de que la salvación esta en
Jesucristo, Hijo de Dios. Son su nombre, sus enseñanzas, su vida, sus promesas,
su reino y su misterio lo que proclamamos ante el mundo.
*Emiro Vera Suárez se congrega en La Capilla de Bello Monte, Carabobo,
Venezuela.
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