La Tecla Fértil.
Las elecciones en Venezuela, siempre han sido una formalidad. En algún
momento de 1902, las tropas militares fueron vestidas civil para un proceso
electoral, y consignar el sufragio, (voto), en las urnas, Cipriano Castro,
amante del nacionalismo democrático e identidad nacional siempre le expresaba a
Crespo: “Mi grande anhelo y, mi objetivo principal ha sido siempre, y lo es
hoy, más que nunca que evitemos a todo trace una nueva guerra para el país”.
Siempre ha sido el fraude, intrigas, conspiraciones y alzamientos que enfocaban
que la hegemonía liberal era un emponzoñamiento de rencores políticos.
En el Estado Los Andes, el 2 de enero de 1888, el General Jesús María Aristeguieta,
fue enviado a ese territorio como delegado nacional desde el poder central.
Para imponer “el imperio de la ley” y, velar para que haya verdadera libertad
en las elecciones que se hacían en el mes de octubre, y no de diciembre.
El Estado de Los Andes, estaba integrado por Mérida, Táchira y Trujillo. Se
les decía secciones.
Colombia, siempre ha sido una nación para el armamento de tropas para
atacar territorio bolivariano, y comprometían a los residentes en los dos lados
de la frontera, y en nuestro país siempre han existido las fuerzas
revolucionarias manejando sus lanzas, machetes y escopetones.
La administración del poder andino, siempre resultó de difícil manejo,
especialmente del Táchira, donde las continuas invasiones provenientes de Colombia,
y las acciones guerrilleras buscaban incomodar al gobierno regional para
negociar posiciones claves de administración y de la política en la región.
Las intrigas ideológicas provenían de los merideños y del Táchira. Donde exigían
tierras a los aldeanos a cambio de seguridad por el tránsito de guerrilleros
por Santander hacía El Vigía.
En oportunidades, viví experiencias, desde Caño Zancudo, cuando procedían de
Cúcuta, un grupo de hombres armados a buscar carne y alimentos en burros,
yeguas y mulos para pasar por trochas que llevaban a Santander. Claro, tenía
familia en El Vigía, Tovar, Bailadores, Santa Bárbara del Zulias y Tucanisol-
Caja Seca.
Venezuela, siempre ha sufrido de conspiraciones, incluso, Curazao y
Trinidad- Tobago, gozan el privilegio de perturbar La Cuenca del Caribe, por
permitirle la entrada a los facinerosos. Es una marcha continuada, un género de
vida, acobijar extraños que metidos en sus casas, friccionan con movimientos
subversivos en Venezuela para crear destabilización.
El ejército revolucionario en Valera, en una oportunidad dejo una proclama:
“Independencia hemos tenido, no hay duda, pero, la libertad hasta ahora, ha
sido un mito porque cada mandarín, que, con el título de presidente de la
república ha llegado al Capitolio, ahoga las libertades ciudadanas desvergonzadamente”.
Allí, duraron dos días.
Estamos, en un nuevo ciclo parecido.
La autonomía de los pueblos fue irrespetada, poco se les ha considerado.
Las comarcas firmaron un documento en Rubio, donde se dignificaba la fuerza
campesina y lo referente a agrario. Las ciudades se convirtieron en reductos de
alzados, que motivaron a un control sobre la producción de café y cacao, que se
lo llevaba a Panamá, y luego a Estados Unidos de Norteamérica.
Ahora, quieren aprovecharse de nuestras riquezas naturales.
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