Sexualidad como ciencia

Emiro Vera Suárez
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FUSION Y CONVIVENCIAS
SEXUALIDAD COMO CIENCIA
El sexo busca en la actualidad desarrollarse de una manera nacional y plena, pero con un carácter racional para superar los excesos a que ha conducido su revolución en los últimos treinta años. La sexualidad viene evolucionando junto con la racionalidad del ser humano para darnos desde la prehistoria una satisfacción del impulso reproductivo.
En el primer tiempo, el hombre vivía en un ambiente hostil y su sustento era buscado cada día de una manera totalmente insegura y la persecución que sufría de parte de los otros grupos mas radicales, lo obligaba a cambiar constantemente de refugio y, bajo estas condiciones la unión sexual o apareamiento era difícil y por lo tanto solo constituía una búsqueda de placer y nada por amor hacia su pareja. Solo la sexualidad vino a ocupar un rango importante cuando la civilización descubrió la agricultura. Esto, le permitió a las tribus nómadas establecerse por periodos prolongados en territorios fijos. Así, con menos apuros por sobrevivir, la pareja tribal pudo por fin conocer con mayor amplitud el goce de reproducirse.
De esta manera, la humanidad de ese entonces tuvo la oportunidad en identificar a la mujer con la tierra y, de esta relación simbólica nació un culto a la sexualidad femenina que solo desplazarían y, no del todo, a las religiones judaica, islámica y cristiana. Por lo pronto el hombre recién convertido a agricultor era más creativo y menos angustiado. Creo las artes y la magia. También siempre estuvo agradecido a la tierra porque la mujer la simbolizaba por su fuerza y figura esbelta. Así que ambas recibieron la adoración de los hombres.
En este tiempo, el lenguaje oral fue el medio de comunicarse junto con los sueños, para constituirse en un líder del grupo o cacique, si nos situamos en nuestro Continente. El tenia que manejar muy bien el liderazgo como esperanza de un pueblo y tener buenas decisiones en las palabras como acciones, Verdaderamente tener un buen equipo de trabajo para enfrentarse a las fieras y al desacierto que unía a muchos del genero en ese entonces que determinaba la exterminación o firmeza del grupo para extenderse en esos territorios templados o cálidos, pero, al final la pregunta era como tener descendientes. Claro, la repuesta es única y la conocemos.
Frente a esta situación compleja debemos hacer un análisis prolongado y a través de una toma de decisión, consultarle a la almohada, que hacer. El resultado fue una decisión que la podemos considerar visceral, porque el amor es libre, compulsivo y no necesita estudio. Sino, voluntad para lograr una salida satisfactoria a nuestros impulsos.
La sexualidad, no hace diferencias entre el recolector, de material reciclable, el mendigo y el delincuente. Todos, reflejan el mismo síndrome al momento de tener una relación de pareja. Solamente la sociedad esta en capacidad de orientarlo al cumplimiento de unas normativas reguladas por las leyes, pero, anteriormente las normas no existían y ante una serie de experiencias no limitadas, el hombre antiguo no tenia tiempo de apreciar a su pareja y, por lo general, era objeto de una sumativa de maltratos. Pero, ante tales hechos estaba obligada a procrear.
* Analista/ escritor