Aventis
*Emiro Vera Suárez
Existen activistas dentro del partido oficialista,
que, se vienen dando un festín por los casos de Alberto Nolia y Mario Silva.
Hay jugadas secretas que se vienen dando contra la institucionalidad
democrática y el bienestar social, los demagogos piensan que todos los
políticos son iguales. Las informaciones dadas a conocer se encuentran
destinadas a desequilibrar la clase política. Mario y Alberto, son un
patrimonio socialista y constituyen un grave peligro para la derecha de ambos
lados.
Estos meses, es un
corre para acá, otro para allá. Una anarquía, los sustos en las nuevas
programaciones de radios comunitarias y televisivas, acaban con la siesta
tranquila de quienes ejercen liderazgos en los campamentos y sectores
populares, han podido ver con tristeza, la caída de un país por múltiples
razones, pero, el principal es el no cumplimiento del Legado presidencial de
nuestro Comandante Chávez.
Ya son muchos días de
portadas en periódicos y canales televisivos. El tema es actual y Mario Silva y
Alberto Nolia tuvieron la honorabilidad de instar a los dirigentes que rigen a
la nación a actuar sin premura sobre asuntos específicos. Hasta, muchos
dirigentes de base están sin protección, existe mucha permisividad en la
convivencia pública y, ahora nadie se puede callar. La petición de dimisión de
algunos alcaldes, es casi unánime.
Veremos la repuesta el próximo ocho de diciembre.
Estos dos hombres de
televisión solo difundían que el proceso revolucionario debía apresurar el paso
y cerrarle el camino a quienes deseen convivir fuera del reglamento
constitucional bolivariano. Cada factor político tiene sus atribuciones que
cumplir.
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