CABALLOS DE TROYA,
INFILTRAN LEGADO PRESIDENCIAL
Emiro Vera Suarez
Las vocerias políticas
engulan un conjunto de criterios que diversifican códigos que determinan la no participación del pueblo
en actos envolventes, cuyo fín globaliza el ínteres de un grupo en particular,
el cual posee vitalidad y genera recursos para controlar algunos espacios
públicos y políticos. Creo, debemos expresarnos en términos ideológicos y
afrontar cada situación hacia una salida factible, porque estamos generando más
problemas internos que no permiten un líderazgo cierto y una movilización del
sector popular con objetivos claros.
Los ciudadanos, se
niegan salir de sus casas ante la presencia de motorizados, paramilitares,
encapuchados y personas fuera de la ley que se encuentran en las paradas para
abordar un transporte urbano y asaltar a
honestos ciudadanos que se dirigen a sus hogares o puestos de trabajo.
Nos sentimos
identificados con un proceso histórico y político. Es lamentable un argumento
contra cultura en el día de hoy y los toques de cumbia y estridencias en el
alma de muchos venezolanos, esa aceptación nos ha traido el paramilitarismo de
estos días. Lo nuestro es el tambor, el cuatro, las maracas, el arpa y las
gaitas.
Conozco todos los
barrios de Valencia, los camine como periodista en el Diario Hora Cero, del gran gladiador
Guillermo Antón Santana y de su hija, Nurgui, a su lado, Carlos Viso del
Prette. Tenía una página llamada el Reportero del Pueblo, ahora veo los
problemas vecinales y el mantenimiento de las calles más agravados. En mi
visitas a Sanidad, se extendía un puente de acción y me alegraba cuando los
sanitarias se dirigian a las comunidades a fumigar, poner vacunas y atender a
las mujeres embarazadas, desde los ambulatorios y dispensarios, reconozco que he
venido asumiendo otra posición en mis escritos, pero, me preocupa tanta desidia
por parte de algunos funcionarios.
Siempre, tenía un
impacto en mi corazón, sobretodo como dirigente político, cristiano evangélico
y socorrista de la Cruz Roja, quedaba tiempo para el períodico y mis estudios
universitarios.
Existe una cultura de
la carencia, nadie se preocupa por su habitat, el lugar donde reside, su
territorio. Todo languidece esperando al papa Estado, pero muchos prefieren
tener buenos carros, tarjetas bancarias y una deuda personal, jamás amar al
prójimo. A nadie, le interesa la seguridad pública, juridica y alimenticia de
su sector, el egoismo nos aniquila.
Hasta cuando dibujar
la imcopetencia del Estado, trabajemos juntos para abocarnos a un nuevo líderazgo,
como el de Robert Serra en su circuito, un diputado ejemplo para todos. Amó a
los niños y ancianos, veía en sí un gran futuro para Venezuela, amaba el Legado
de Hugo Chavéz Frías y se ejercitó en
ese gran ideal, fueron dos sueños cumplidos, Sucre y el gran Bolivár. Chávez,
el gigante y su joven precusor en Caracas. Son dos ideas que se unieron por el
país.
Cuidemonos, le estamos
dando fuerza al Caballo de Troya, ahora los evangélicos desean en Guayana ser
policias bolivarianos, cuidado. Allí estuvo la gesta traidora del Estado
Bolivariano de Venezuela y la encargada de negocios norteamericana, vivimos en lo absurdo,
dandole alpiste al águila, Así que,
debemos estar anclados en la realidad
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