Escritor- Filósofo


"La niebla es un paso del camino entre una certeza y otra certeza, jamas he caminado entre cargas y visiones falsas, debemos aprender a caminar en el umbral del camino con nuestro maestro espiritual o gurú. Debemos aprender a desafiar a la muerte y dominarla. Amar es un desafío espiritual." Emiro Vera Suárez

Todo cambia tan abruptamente. El tiempo y la vida con su paso solo develan la crudeza, solo caminan para agotarse, para hundirse ante nuestros fallidos intentos de entender algo.

Juan Carlos Vásquez Flores

sábado, 5 de diciembre de 2015

eL CANTAR DE LOS GALLOS Y EL DISCURRIR DE UN SUEÑO


Tuve que trabajar desde muy joven para cancelar mis estudios, mi padre nos había abandonado, como todo  militar venezolano que siempre son y fueron irresponsables, a pesar que desean tener el control del país desde la época de Los Monagas, aunque siempre le dejaba a mamá algo para comer. Siempre andaba de sombrero o boina en los sitios públicos, me crié entre políticos y poetas, desde muy niño aprendí a escribir y cocinar, luego a trabajar entre periodistas y periódicos, desde las viejas planchas hasta lo digital,  el Mass Media me permitió avanzar y conocer parte de mi contexto territorial. Que bella es mi Venezuela.
Una vez, fui a Turmero- Edo Aragua-  luego de mucho tiempo de conversaciones,  mi amiga de dialogo nocturno me había ofrecido un café al estilo canario y decidí ir hasta el portal de su casa, su amistad dejo una huella inolvidable en mi Sr, por su manera afable y don de mujer, aquella tarde bajo un pequeño porche y una gran mata de mango y los gallos correteando en el patio, los mismos que me anunciaban que era ya el amanecer.. Sin duda, el segundo café, el primero fue en el Centro Comercial Metrópolis en el salón de comidas, todo pasó rápido, la vi llegar e irse, siempre leo sus blogs, Dulce Riera Tosta siempre correrá en mis pasos, su amistad allanó mi soledad nocturna por mucho tiempo, hasta el cantar de los gallos.
Lo más importante en la vida es conocer el amor, llega y se va muy rápido y es lo único que queda, cuando ya estamos agotado, el reloj siempre atenta contra nosotros y aquella vida de éxitos, envejece entre las paredes de nuestra residencia, tomando medicinas y cansados y tristes ,  nos alejamos de lo que más queremos, la mujer.
La tierra es algo hermosa poseerla. Lo más testarudo es venderla, acá el venezolano, sin pensarlo se las regalo a los colombianos y extranjeros, ahora, ellos tienen sus tiendas de campaña regada por Venezuela, hemos fracasado en el sentido de pertenencia, ahora nos sorprendemos cuando el George Washington se pasea por la Costa del Pacífico con sus fragatas y destructores. Mientras treinta y dos aviones de combate aguardan en el Sur, cuidando Las Malvinas.
Valencia, (Carabobo), es una tierra muy difícil, nadie la quiere. Sus calles se encuentran llenas de mucho polvillo, todos guardan silencio a la hora de comer, moverse en ella refleja una gran dificultad, es una comunidad amortajada por la indiferencia vecinal, resido aquí por los compromisos laborales, a mi Puerto Cabello  tengo años que no voy, los gobernadores de Estado la tienen en el olvido junto a sus diputados y concejales. Una vez, Carlos Andrés Pérez vino a dar un mitin frente al aeropuerto.  Como cuarenta mujeres vestidas de negro y paraguas del mismo color fueron colocadas en sitios estratégicos, lo sorprendente es que el presidente llamo a la Digepol y al jefe le indicó que la subieran a todas en un autobús y la llevasen al comando y las soltaran después del mitin, la orden se cumplió en silencio y sin retaliación, luego, dejadas en libertad. Ese, sí tenía autoridad. Le conocí en la finca de mi tía Melida Vera de Ferrer, iba con Rómulo Betancourt y allí junto a los potreros tenía una imprenta escondida. Tuve la oportunidad, También de conocer al Comandante Chávez, un  hombre sencillo y grato, nos brindaba café y empanadas cerca de la Tapicería San José de Mariara. Siempre en el liceo Paradisi, teníamos reunión del Distrito  Escolar
Los pañuelos, es agitarlos cuando veíamos a la reina de carnal en Rancho Grande. Un militar, siempre nos ubicaba una camioneta vieja y la pandilla compraba las botellas de anís con tiempo. Eran los carnales de Puerto Cabello un festín de alegría, el calipso no podía

faltar y las arepitas dulces, el periodista Federico Ladera, nos dio un espacio en su periódico semanal para escribir de toros y una columna junto al novillero Nelson Guerrero, fueron tiempos inolvidables de verdadera recreación, ahora la inseguridad nos mantiene encerrados y no aprovechamos las vendimias.
Cerré los ojos y me he quedado dormido. Arreglando éste equipo de computación y un teclado que no quería funcionar, me llevó las horas del sábado, pero ya debo irme para tomar el tren y esperar por Venezuela, todo alrededor es miseria y desolación, una información compulsiva de la ciudad, nadie ha sido llamado al engaño
Mamá, ya muy anciana se despide de nosotros, papá se nos fue hace dos años con sus historias cubanas y su tenaz idea de sembrar hortalizas en el patio de la casa, ahora su vieja casa, dada por los Mendoza y empresa Polar luce abandonada y solitaria, no se, porque cada comunista tiene que ver con Empresas Polar. Han sido empleados o beneficiados por el Grupo Mendoza, papá es uno de ellos.
La vida, parece un camino devastado. Pero,  en el camino observamos muchas chimeneas para que el transeúnte se detenga y repose. Dejamos atrás, las columnas de humo y nos salimos del lodazal, ojala suspiremos lo suficiente para ascender y dejar el villorrio en paz, comprendamos el sentido de la lluvia en  nuestras vidas, busquemos una mujer adecuada para dejar a un lado la decrepitud y la soledad..
La mujer, se paró en la vereda del camino, sin ver a nadie, observó el carretón que se detuvo y reinaba el silencio, era el principio de su felicidad y lo tomó por momentos, tuvo la sensación de marchar en sueños, regresemos a la realidad y dejemos un ventanal abierto para las nuevas brisas y coloquemos el delantal de la esclavitud familiar a un lado.
Tenemos que reconciliar el tiempo, dejemos el tutelaje a un lado, es el momento de correr aprisa y dejar los reproche a un lado, sabes que te amo.




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