Fuente
Literaria/ Relato de Ciencia- Ficción/ Parte II. 20
Las
cuevas, se encontraban vacías, los muchachos salieron a cazar con sus arcos y
flechas, no había comida en la comarca y, en el interior de las mismas había
mucho desorden y, las quejas no se hicieron esperar en el exterior, a un lado,
prendieron fuego para cocinar. El ruido de los animales y el viento, les mostró
lo desamparados que estaban.
Las
cuevas, que se encontraban sobre el mar, están llenas y repletas de personas
hambrientas y atemorizadas. Los guardianes de la memoria del pueblo, se
encontraban detenidos a la orden del dictador, quién en ejercicio de sus
funciones administrativas decretó diez años de prisión a quien desobedezca su
ley.
Las
tormentas huracanadas son horribles y las palmas se han desparramado, a su vez,
algunas plantas vomitaban sus gases venenosos sobre la comarca, en sus
arrebatos de furia destructiva. El viento gime y, el mundo imaginario del
hombre se recreaba en una memoria colectiva.
En
un afloramiento pedregoso, observé un nido de turpiales, y uno de mis
sirvientes, tomo un pájaro, llevándole comida como ofrenda a su dios y, desde
ese día, ese animal me acompaña en los viajes.
Unos
días antes, con palpitaciones en su corazón de una manera acelerada, latidos
fuertes en su sentido orgánico interno, un grupo de ancianos fue llevado a
votar por los jefes de comarcas, todos, se pusieron a prueba. Era indignante
verlos transitar, afuera una multitud chillona, gritaba porque es injusto la
vejación a los de mayor edad del pueblo.
Los
militares, encargados del orden público se encontraban sedientos de sangre, una
dictadura se instauraba, bajo lemas totalmente falsos. Los ciudadanos, tenían que
salir a cazar jabalíes. El Estado, ya no les proporcionaba alimentos, pocas
medicinas.
Es
tiempo, de los discursos, poco voy a los mítines, a no ser que Marcela me
convenza. La emoción en estos días es fuerte. Es indignante, sin más, tener un
rector planetario como el que tenemos.
Nos
encontramos en tiempo de una repugnante barbarie, los depredadores del
gobierno, transitan con sus burros por los caminos, cada camino, da a un bosque
distinto.
La
Roca de La Muerte, lugar de grandes comilonas, con lo que el fuego, sobre el
que se cocinaba la carne de conejo y rata, poseía la ofrenda de los ancianos.
Mujeres desnutridas en el tiempo que se ligaban por generaciones, nadie del
pueblo es ajeno a este sitio, los ramilletes de flores descansaban sobre una
gran estatua.
Aquí,
en años anteriores, logré rescatar a Dilnava Palmar, la muchacha que me entendía
y, no permitía que me reconocieran los enemigos. Los cielos, al atardecer se
llenaba de manadas de gaviotas. Todos los hombres se volvieron flacos y enjutos
en verano. Ya no son fuertes, como hace cuatro años. A los esclavos, les
llevaban al pantano y, los mosquitos, buscaban comida en su piel. Confirmaron
el paludismo y la difteria. Ellos, danzaban en grandes nubes de insectos,
intentando aplastarlos contra sus cabezas, brazos y piernas. Pues, ahora era,
como sí una sustancia espesa y viscosa estuviese atacando a toda una población
y, cada una de ellas, procurase librarse de su cerrojo.
La
nave, debo admitirlo, forma parte de un equipo sin repuestos, y algunas veces
debo retenerme en un recodo del túnel, sin reconocer ningún punto de referencia
o coordenada, siempre, me gustaba estacionarlo en un acantilado para evitar la cercanía
de extraños. Los minotauros, resguardaban el sitio con sus armas, totalmente
listas como preparadas. Donde, nadie puede escabullirse de sus miradas.
Los
caminos y senderos, están cubiertos de malezas y, por todos lados, observamos
los árboles caídos, jamás fue un trayecto agradable.
A
pesar del oprobio del dictador, todos los ciudadanos sonreían y cían en su
trampa. Puras marchas, como bullicios propagandísticos, pero, nada de trabajo y
producción. Es un caos, mi planeta.
Otras colonias, ayudaban a sostener esta dictadura. Se alimentaban de
ella por sus productos energéticos. Necesitamos una reprimenda y, bien fuerte
por testaduros y, no aceptar la inmensidad de las estrellas, que, esconden
otras galaxias.
El
mundo, está allí disgregado con su gran verdad y, esas cosas mías que ocupan un
espacio, deben ser asociadas para observar sus efectos de causas y conformar
con esos elementos, una proposición del lenguaje humano.
Todos
esos elementos son causalidades que, nos dan una concepción filosófica más
verdadera, hay verdades que tienen un valor mayor y otros no, nunca en nuestras
vidas tendremos falsedades. Aunque, algunas veces pasaremos impasses. Pero,
tenemos el lenguaje humano para descifrarla. El lenguaje constituye una
herramienta que nos permite ver la realidad. Ella, es construida mediante la palabra.
Por
esto, debemos saber interpretar los textos y develar metonimia textual.
Es
inevitable vernos, nos encontramos vinculados, entre sí. Los fantasmas se
ubican en mi cabeza y, debo darle organización. Una vez, me tocó vender
tarjetas de animación en la plaza central de mi pueblo. Ahora mi camino se
encuentra trazado entre el hambre y el mundo, puedo decir, entre la cocina y la
lavandería. Lo que nos da una respuesta, un escenario.
Trato
de ser una copia fiel de lo real. Los tiempos distorsionan algunas realidades
y, salir a la calle sin ningún proyecto, es exponernos a los dispositivos
audiovisuales de la vida. Reúno, todas mis fuerzas para defender la ley y la
democracia.
Viajo
en el cosmos, ahora, estoy en un planeta con una gran subcultura. Cada persona,
revela su Ser, hacia una individualidad interna muy superficial. Su lenguaje es
muy tenue como técnico. Creo, es por la tensión social en que viven, muy
deprimente. Rehúsan, constantemente a su código de lucha social y desprecian
vivir, bajo las normas y ley de la sociedad.
En
mi planeta, hay muchos secuestros y violaciones. Las empresas, se están largando
del país.
La
imaginación, poco me acompaña en estos días, no puedo salir en astral. Es el
tiempo de los delirios y me preocupa que nuestra existencia, luce cada día más
empobrecida por culpa del tirano y la dictadura de las grandes potencias.
Por
eso viajo, es como autorizarme para descubrir la realidad. La ficción es más
poderosa que la realidad. Así que, no llevamos nada nuevo, sino un simple
equipaje y, tengamos cuidado con las intenciones y el manejo de situaciones.
Ahora, no me ocurre nada.
Tengamos
mucho cuidado de la realidad virtual, porque puede extender su dominio, sobre
nuestra vida real y provocar un pasaje que diluya el acto de nuestra propia
historia.
Por
lo tanto, cada uno, tiene su secreto y manera de publicitar los asuntos del
existir diario. Cada escritor, tiene su herida abierta y no encuentra la manera
de saturarla, como mi viaje a Tovar,( Mérida). Viajo en mi nave madre, por la
potencia de sus reactores, pero, en la cabina, observo que es muy calurosa y
soleada. En las noches, el reflejo de las estrellas, marcan el camino del
dormitorio.
Es
muy complejo, trato de sostenerme solo y Alchi, ya conoce mi camino en los
últimos meses. Por el calor, poco duermo, Pero, siempre me encuentro con los
vigilantes de ruta y, para ellos, debemos saber vehiculizar las investigaciones
y, evitar los fantasmas que nos agreden de una manera diaria.
Estoy
libre, mi madre ha emprendido un viaje sin regreso, igual que mi esposa, debo
decidir entre Zafiro, Alba, Xiruna, Minsay y Emily Peréz para reorientar los
viajes y abrir de nuevo el Cerro Azul y chocar los anillos de fuego.
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