Vida Cristiana/ N.º 3544
Así como Abraham, le fue necesario que dejará su tierra. Ahora, Jacob tuvo
que afianzarse, y llevar adelante el mismo cometido, once hijos y una hija le
nacieron en Padam- Aram, como dos esposas con sus criados. A su vez, contaba
con rebaños de ovejas y de cabras. Muchos camellos y asnos. Regresó a su hogar
paterno. La voluntad de Jehová es que dejará estas tierras. Sin duda, Jacob
tuvo que pasar por un proceso con Labán y con Esaú, donde el perdón se constituyó
en lo primordial.
“También Jehová dijo a Jacob: Vuélvete a la tierra de tus padres, y a tu
parentela, y yo estaré contigo…Vosotras sabéis que con todas mis fuerzas he
servido a vuestro padre”. (Génesis 31: 3,6).
Dios arroja luz sobre nuestro sendero, hay un principio espiritual en cada
vida, muchas veces debemos alejarnos de un lugar, tomar nuestras alforjas con
todo y marchar. Jamás en ese camino habrá ausencia de nuestro amado Padre. Su
Hijo nos escogió para marcar un camino y proseguir El Evangelio de Marcos nos muestra
al Hijo de Dios como el Siervo de Jehová, anunciado por Isaías, y la Cruz del
Calvario nos muestra que Dios, es un Dios de amor, allí vemos la verdad, leemos
en Ezequiel 33:11: “Vivo yo, dice Jehová el Señor, que no quiero la muerte del
impío, sino que se vuelva el impío de su camino y que viva”.
Hermanos y hermanas, en el Santo Nombre de Jesús está la ayuda para el
hombre y la mujer. Es el consuelo para el caído, y la alegría como esperanza
para todo el mundo. Hagamos todo, en el Nombre del Señor Jesús. (Colosenses
3:17) “Y todo lo que hacéis, sea de palabra, de hecho, hacedlo todo en el
Nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios Padre, por medio de él”
Jacob, no altero las condiciones impuestas por Dios, en cuanto al amor, Fe
y obediencia. Los viejos usos sobreviven en el Nuevo Testamento, El Pacto con
Abraham es todavía recordado, (Hch 7:8), El Pacto con el pueblo de Israel es
todavía enfatizado, (Hch 3:25; Rom 9:4).
Jacob, no tuvo controversias con Dios. Obedeció. Era perseverante, notable.
Durante toda su permanencia con Labán, no perdió de vista al Dios que se le apareció
en sueños en Betel.
Debemos ser guiados en el Espíritu y que nuestra alma sea feliz en el
Señor. La Palabra es clara, “solícitos
en guardar la unidad del Espíritu en el vinculo de la paz”. Recordando a Efesios
4:3, 2. “Con toda humildad, y mansedumbre, soportándonos con paciencia los unos
a los otros en amor”.
Es necesario, tener una visión y la unidad en Dios., esto, prende al corazón
del hombre, Jacob veía a Dios perfectamente, y Dios capto todo su corazón. “Oye
Israel, Jehová nuestro Dios, Jehová, uno es Él”. (Deut 6:4).
El siervo de Dios, debe aceptar el orden profético, el tiempo de las
fiestas, los tres reinos, los pactos y llevar su mensaje en el Espíritu de Jesús,
es la hermosura y perfección de la eternidad.
Emiro Enrique Vera Suárez
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